Hablar de subir los impuestos es para cualquier Gobierno como hablar del “coco”, mientras que para la oposición es un regalo, pues es muy fácil confundir a los ciudadanos haciéndoles creer que quienes les gobierna pretende exprimirles.
El presidente Zapatero ha anunciado que estudia subir los impuestos y, por supuesto, la reacción del líder de la oposición no se ha hecho esperar, cual flamante Robin Hood. Eso sí, obviando por supuesto la subida de impuestos histórica que realizó su Partido cuando gobernó y que actualmente la presión fiscal en España está 7 puntos por debajo de la media europea.
Sin lugar a dudas, subir los impuestos en tiempos de crisis es una apuesta valiente, pero es ahora, en los momentos difíciles, cuando hay que tomar decisiones. Decisiones que, una vez más, encajan con el carácter de izquierdas y la estrategia que el Gobierno ha adoptado para superar la crisis: salvar la situación pero no a costa del trabajador. Por so, la subida de impuestos no se llevará a cabo sobre las rentas del trabajo, sino sobre las del patrimonio, es decir, sobre el dinero procedente de intereses bancarios, plusvalías, acciones, dividendos, etc.
Se trata, por tanto, de una decisión solidaria, aunque parezca extraño, pues se va a gravar a quienes más tienen para beneficiar a quienes menos tienen y más ayuda necesitan. ¿Por qué? Porque el dinero para la educación, la sanidad, las prestaciones por desempleo, etc. tiene que estar garantizado.
Todo lo demás es demagogia barata de quienes, como siempre, están de lado que están.
El presidente Zapatero ha anunciado que estudia subir los impuestos y, por supuesto, la reacción del líder de la oposición no se ha hecho esperar, cual flamante Robin Hood. Eso sí, obviando por supuesto la subida de impuestos histórica que realizó su Partido cuando gobernó y que actualmente la presión fiscal en España está 7 puntos por debajo de la media europea.
Sin lugar a dudas, subir los impuestos en tiempos de crisis es una apuesta valiente, pero es ahora, en los momentos difíciles, cuando hay que tomar decisiones. Decisiones que, una vez más, encajan con el carácter de izquierdas y la estrategia que el Gobierno ha adoptado para superar la crisis: salvar la situación pero no a costa del trabajador. Por so, la subida de impuestos no se llevará a cabo sobre las rentas del trabajo, sino sobre las del patrimonio, es decir, sobre el dinero procedente de intereses bancarios, plusvalías, acciones, dividendos, etc.
Se trata, por tanto, de una decisión solidaria, aunque parezca extraño, pues se va a gravar a quienes más tienen para beneficiar a quienes menos tienen y más ayuda necesitan. ¿Por qué? Porque el dinero para la educación, la sanidad, las prestaciones por desempleo, etc. tiene que estar garantizado.
Todo lo demás es demagogia barata de quienes, como siempre, están de lado que están.
Luis Carlos Sahuquillo
Secretario de Organización del PSOE de Cuenca
y Diputado Nacional
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