En muchas jornadas de formación los maestros han oído contar la experiencia de Ariño - Alloza, un Colegio Rural Agrupado de la provincia de Teruel pionero en las TIC.
Hace bastante tiempo que en ese colegio cada alumno, precisamente a partir de 5º, tiene un Tablet PC, un Terminal informático con el que trabajan desde su pupitre y en cada una de las alas del centro hay una pizarra digital. El edificio tienen conectividad integral. Recientemente han podido sustituir los viejos tablet por nuevos ordenadores portátiles con mayores prestaciones y capacidad para más y mejor software.
En este centro profesores y alumnos aprenden, innovan y avanzan conectados a la aldea global. Han eliminado los libros de texto. ¿Quién quiere limitarse a unos materiales impresos de una sola editorial pudiendo acceder toda la información que circula por la red. Los niños y niñas de Ariño y Alloza saben utilizar ,os navegadores, saben buscar, seleccionar, saben transformar la información en saberes útiles e inteligibles: Saben convertir la información en conocimiento.
Tienen a su disposición montones de textos, cuadros, gráficos, bancos de ejercicios que pueden resolver individualmente o en grupos. Tienen un maestro disponible al otro lado de la línea en tiempos determinados que les ayuda a resolver dudas en horario no lectivo.
Satisfacen su curiosidad intelectual, utilizan el correo electrónico, el Messenger, el twenty; se conectan al blog de sus amigos y conocidos; visitan las web de otros centros; leen la prensa, visitan museos, y parques nacionales, hace viajes virtuales por todo el mundo; leen libros y poemas... desde su pequeño ordenador portátil.
Sus maestros les acompañan en ese aprendizaje, guían sus pasos. Se han obligado a sí mismos a replantearse el hecho educativo y, con las familias de los chicos, han constituido una comunidad de aprendizaje. Y ahora el centro está siempre abierto, los padres y madres van a formarse y colaboran en tareas educativas; los maestros están sintiendo otras necesidades pedagógicas, como la de romper muros y abrir las aulas, recomponer los horarios, reorganizar el tiempo y el espacio. Y, cuando estos chicos llegan al Instituto, sus profesores admiten un mayor y mejor rendimiento porque están habituados a comprender, a separar el grano de la paja, a elaborar argumentos... a aprender de manera significativa.
Esta experiencia de Ariño – Alooza es sólo una de tantas que se están realizando en el territorio nacional; en Cuenca tenemos las nuestras, menos ambiciosas pero igualmente innovadoras; ahí están el CRA Retama, el CRA Los Romerales o el CRA Manchuela (qué curioso, toso son escuelas pequeñas del medio rural).
Su chispa ha encendido la bombillita del Gobierno de España que ha sabido recibir el aviso de que nuestros hijos están en la red, están al día y manejan las TIC con naturalidad y soltura porque han nacido entre ellas. Por eso Zapatero propone estender estas experiencias al alumnado de todo el territorio español.
Más allá de cómo se materializa formalmente, a partir de qué curso, quién y cómo la financia, ninguna Comunidad Autónoma está legitimada para negar los beneficios educativos que encierra. Ningún dirigente político de cualquiera de los que integran el arco parlamentario, puede negar el futuro a sus jóvenes. Mucho menos si se niega ese futuro con la sola intención de llevarla contraria al Gobierno. Los errores se pagan; la mala intención se vuelve siempre contra los torpes y descubre sus as cartas.
Demostremos ser inteligentes y con capacidad de adaptarnos a situaciones nuevas.
En Castilla la Mancha, pioneros en educación en muchos aspectos, el gobierno de José Mª Barreda está demostrando esa inteligencia; se ha puesto las pilas y hace tiempo que viene trabajando en este camino; ahora también se ha apuntado al carro de proporcionar un ordenador a cada niño empezando desde 5º de Primaria. Felicitémosnos por ello y que aprendan los Camps, Aguirre y compañía.
Hace bastante tiempo que en ese colegio cada alumno, precisamente a partir de 5º, tiene un Tablet PC, un Terminal informático con el que trabajan desde su pupitre y en cada una de las alas del centro hay una pizarra digital. El edificio tienen conectividad integral. Recientemente han podido sustituir los viejos tablet por nuevos ordenadores portátiles con mayores prestaciones y capacidad para más y mejor software.
En este centro profesores y alumnos aprenden, innovan y avanzan conectados a la aldea global. Han eliminado los libros de texto. ¿Quién quiere limitarse a unos materiales impresos de una sola editorial pudiendo acceder toda la información que circula por la red. Los niños y niñas de Ariño y Alloza saben utilizar ,os navegadores, saben buscar, seleccionar, saben transformar la información en saberes útiles e inteligibles: Saben convertir la información en conocimiento.
Tienen a su disposición montones de textos, cuadros, gráficos, bancos de ejercicios que pueden resolver individualmente o en grupos. Tienen un maestro disponible al otro lado de la línea en tiempos determinados que les ayuda a resolver dudas en horario no lectivo.
Satisfacen su curiosidad intelectual, utilizan el correo electrónico, el Messenger, el twenty; se conectan al blog de sus amigos y conocidos; visitan las web de otros centros; leen la prensa, visitan museos, y parques nacionales, hace viajes virtuales por todo el mundo; leen libros y poemas... desde su pequeño ordenador portátil.
Sus maestros les acompañan en ese aprendizaje, guían sus pasos. Se han obligado a sí mismos a replantearse el hecho educativo y, con las familias de los chicos, han constituido una comunidad de aprendizaje. Y ahora el centro está siempre abierto, los padres y madres van a formarse y colaboran en tareas educativas; los maestros están sintiendo otras necesidades pedagógicas, como la de romper muros y abrir las aulas, recomponer los horarios, reorganizar el tiempo y el espacio. Y, cuando estos chicos llegan al Instituto, sus profesores admiten un mayor y mejor rendimiento porque están habituados a comprender, a separar el grano de la paja, a elaborar argumentos... a aprender de manera significativa.
Esta experiencia de Ariño – Alooza es sólo una de tantas que se están realizando en el territorio nacional; en Cuenca tenemos las nuestras, menos ambiciosas pero igualmente innovadoras; ahí están el CRA Retama, el CRA Los Romerales o el CRA Manchuela (qué curioso, toso son escuelas pequeñas del medio rural).
Su chispa ha encendido la bombillita del Gobierno de España que ha sabido recibir el aviso de que nuestros hijos están en la red, están al día y manejan las TIC con naturalidad y soltura porque han nacido entre ellas. Por eso Zapatero propone estender estas experiencias al alumnado de todo el territorio español.
Más allá de cómo se materializa formalmente, a partir de qué curso, quién y cómo la financia, ninguna Comunidad Autónoma está legitimada para negar los beneficios educativos que encierra. Ningún dirigente político de cualquiera de los que integran el arco parlamentario, puede negar el futuro a sus jóvenes. Mucho menos si se niega ese futuro con la sola intención de llevarla contraria al Gobierno. Los errores se pagan; la mala intención se vuelve siempre contra los torpes y descubre sus as cartas.
Demostremos ser inteligentes y con capacidad de adaptarnos a situaciones nuevas.
En Castilla la Mancha, pioneros en educación en muchos aspectos, el gobierno de José Mª Barreda está demostrando esa inteligencia; se ha puesto las pilas y hace tiempo que viene trabajando en este camino; ahora también se ha apuntado al carro de proporcionar un ordenador a cada niño empezando desde 5º de Primaria. Felicitémosnos por ello y que aprendan los Camps, Aguirre y compañía.
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